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En general todas las especies de Begonias incluidos los
innumerables, tienen una belleza que pocos géneros de plantas pueden superar.
Tienen fama de ser plantas bastante delicadas, pero eso está lejos de ser totalmente verdad, sólo es cuestión de tener en cuenta ciertas recomendaciones en sus cuidados.
Podría decirse que en lo único que estas plantas son
realmente exigentes es en la necesidad de tener un elevado grado de humedad en
su entorno.
No se pueden definir estrictamente como plantas de
interior, pero si les proporciona unas condiciones nada difíciles de cumplir,
tendremos unos magníficos ejemplares durante mucho tiempo.
En las zonas de temperaturas más frías, las Begonias son
muy populares como plantas de interior. En climas benignos, sin embargo, forman
preciosas manchas de color en los jardines.
La belleza de muchas variedades de Begonias se encuentra
principalmente en las hojas, en ellas encierra todo su atractivo y exuberancia
ya que las flores son demasiado pequeñas y no tienen el mismo interés
decorativo.
La mayoría de las especies se propagan fácilmente por división o esquejes de tallo y hoja, o incluso fragmentos de una hoja.
Siguiendo unas pequeñas normas de cultivo será muy
sencillo hacerse con un buen número de Begonias sobre todo de las que se propagan
por medio de esquejes.
Muchas de las especies crecen y florecen durante todo el
año, aunque las tuberosas normalmente tienen una parada de descanso durante el
cual los tubérculos se pueden sacar y guardar en un lugar fresco y seco.
Necesitan un lugar muy luminoso, sobre todo los
ejemplares de flor, algo de sol puede ser beneficioso en algunas variedades,
pero que nunca sea intenso.
Una luz filtrada es la ideal. Situarlas en un ambiente lo
más húmedo posible y en situaciones bien ventilado.
Siempre
mantenerlas alejadas de las corrientes de aire.
En lo posible no mojar sus hojas, si el agua queda
retenida sobre ellas les produce manchas y podredumbre.
Al regar las Begonias hay que hacerlo desde la base de la
maceta, con ayuda de un platillo o cuenco que luego se retira.
Utilizar siempre agua ligeramente atemperada y libre de
cal. Cuando estén habituadas a un emplazamiento no cambiarlas de lugar, (esto
es válido para todas las plantas).
En primavera y verano se abonan quincenalmente con un
fertilizante equilibrado diluido en agua.
La dosificación es preferible que se quede algo escasa a
sobrepasarla.
Hay dos puntos que se deben evitar a toda costa: que el
agua se estanque en el terreno y que el cepellón llegue a secarse por completo.
Mantener el substrato siempre húmedo, no encharcado. Su
mayor problema es por pudrición de los tallos al pasarse con el riego. Para
prevenirlo, regar siempre por debajo, es decir, poniendo la maceta sombre un
platito con agua durante un rato y luego retira el agua.
No cambiar de posición a la Begonia de flor durante la
floración porque se pueden caer los capullos.
Con el fin de cultivar una planta más fuerte y mejor
ramificada, es aconsejable pinzar las begonias.
Este pinzado se debe hacer a las 2 semanas de la
plantación.
La Begonia es una planta de día corto cuantitativo, es
decir que la planta no necesita verdaderamente de días cortos para la inducción
floral, ya que inicia igualmente la floración cuando ha desarrollado un cierto
número de hojas, de todos modos la floración es más larga y difícil de prever.
Begonia elatior necesita luz pero el sol la puede quemar.
Alta combinando la ventilación y la calefacción, de lo
contrario, el riesgo de daños por Botrytis aumenta considerablemente.
Las plagas más frecuentes son: Trips, pulgones, mosca
blanca, ácaros, mientras que las enfermedades son: Bacterias, oidio, botrytis y
fusarium.