PETUNIA


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Existen actualmente en el mercado gran variedad de petunias. Aunque la más conocida es la multiflora, característica por tener una gran campanilla abierta, cada vez hay más híbridos modernos que magnifican las flores en forma de embudo. Es el caso de la grandiflora, de la vistosa y rara doble multiflora o la doble grandiflora.

CULTIVO DE LA PETUNIA

Las petunias son plantas que resultan muy cómodas de cultivar, requieren muy pocos cuidados y el resultado final es muy satisfactorio. Por lo general, sólo debemos tener la precaución de situarla a pleno sol, luego la planta crecerá rápidamente, de manera especial en primavera y verano. Debemos garantizarle también un buen drenaje, puesto que sin él, la planta puede tener problemas de crecimiento y putrefacción de las raíces.
Para plantarla, el mejor substrato para este tipo de planta es una combinación a partes iguales entre compost y tierra, enriquecido en una parte de cada diez con perlita y un poco de harina de hueso.

Otra precaución a tener en cuenta con las petunias es resguardarlas un poco del viento y la lluvia, no tenerlas en un lugar demasiado expuesto a las inclemencias del tiempo. En el caso de que no podamos evitar esta situación, la mejor variedad a elegir es la multiflora, más resistente que las otras.

RIEGO

Las petunias no son plantas que requieran un riego determinado, aunque siempre es conveniente tener en cuenta las reglas básicas de un riego racional. Esto es, nunca deberemos regar por encima de las flores, puesto que estas tenderán a marchitarse y nos durarán mucho menos que si los riegos son tipo goteo o directamente hacia el substrato.

ABONADO

Los nitratos es el elemento básico para el buen desarrollo de las petunias. Sin él, las plantas darán menos de sí de lo normal y nos gratificarán con una floración menos vistosa, con menos color y menos producción de flores. Lo ideal es subministrarle una vez al mes un combinado de nitratos que enriquezcan el substrato.

CUIDADOS ESPECIALES

Para evitar que la planta se canse de florecer, es muy importante prestarle atención a las flores marchitas, que retiraremos inmediatamente. Si no lo hacemos así, el resto de flores del macizo van a perecer mucho antes de lo previsto. 

Si vamos teniendo la precaución de cortar todas las flores a medida que van marchitándose, veremos que la planta sigue vigorosa y la producción de flores es mayor. Tambien es importante evitar que la planta toque al suelo. Su natural tendencia a colgar, que es uno de los atributos más interesantes de la planta, se puede convertir también en un enemigo, puesto que puede cortar el ritmo de crecimiento y podarla siempre que los tallos se vuelvan largos.


Las petunias, tal y como las encontramos hoy en el vivero (“Petunia x hybrida”), proceden de Petunia nyctaginiflora, cuando en el siglo XIX, una expedición francesa la importó de Brasil, de donde es originaria además de Argentina.
La petunia es la reina de las macetas de primavera a otoño, y puede ser un buen sustituto para un recipiente, todo el año florido, en el que tengamos pensamientos, que florecen en los meses restantes.
Es una planta anual, de hoja sencilla, pegajosa al tacto y con pequeños bellos. Sus flores pueden encontrarse en casi cualquier color y exhalan un aroma agradable (a mi personalmente me recuerda al olor del jazmín). Puede llegar a medir más de medio metro con porte colgante, aunque la variedad “surfinia”, creada en los años 90, puede alcanzar una longitud aún mayor con una floración muy prolífica, siendo idónea para plantar en una maceta colgante.

Para plantar una sola petunia, será suficiente una maceta de unos 20 cm de diámetro, aunque lucen más en grupo, en un recipiente de unos 40 cm. Es importante el tamaño del tiesto, si es mayor evitará tener que regar la planta dos veces al día en verano.
Conforme van creciendo, se pueden ir pinzando para conseguir  ramificaciones que en pocos días florecerán. También es conveniente ir retirando las flores pasadas con pedúnculo incluido.
La exposición ideal para una buena floración es a pleno sol o en semisombra. Soportan perfectamente el sol directo del verano, aunque habrá que tener en cuenta que dicha situación hará que las tengamos que regar más frecuentemente, al tratarse de un ejemplar que requiere bastante agua (con buen drenaje).
Hay que tener cuidado de no mojar las flores en el momento de regarlas, ya que el agua las estropea.

También les gusta un sustrato rico, por tanto conviene abonar durante todo su periodo de floración, que prácticamente es el tiempo que las tendremos.
Aunque soportan el frío, no vale la pena conservarlas de un año para otro, ya que las plantas viejas florecen peor.
Las plagas más frecuentes de la petunia son el pulgón y la araña roja. Ésta última  es más habitual en verano, cuando el ambiente es seco. En ambos casos tratar con insecticida específico.

Caracoles y babosas se comen los nuevos brotes, impidiendo a veces la floración de la planta, se puede utilizar cebo para limacos.
El exceso de riego favorece la proliferación de hongos, que pueden dar lugar a pudrimiento del tallo o de las raíces (en estos casos eliminar la planta y desinfectar el recipiente antes de replantar), y amarilleo en las hojas.

Son sensibles a numerosos virus que no tienen cura y que hará que tengamos que tirar la planta.La petunia se multiplica por semillas. Éstas se plantan a finales de invierno. Cuando la nueva plantita intente florecer, es conveniente pinzar la flor para que la propia planta adquiera más fuerza.